Los orniacos son una de las 22 tribus que se citan como componentes del pueblo astur. Hay referencias documentales y epigráficas a esta tribu. Por ejemplo, en el año 152 D.c. un miembro de los orniaci llamado Turaiu participó en la renovación en Astorga del Pacto de Hospitalidad firmado en Curunda en el año 27 d. C., el cual ya venía de antiguo.
Se sabe también que una de las gentilicias de la tribu eran los avolgigi. Un personaje singular de nuestro grupo en una bruja de nombre Avolgia. La indumentaria Las sociedades astures empleaban como materiales básicos para la confección del vestido el lino y la lana. El lino, de utilización continuada prácticamente hasta nuestro días, era muy apreciado fuera de las fronteras de Asturica, y en concreto Plinio señala como muy notable el de los zoelas, la tribu más sureña de los astures. La lana negra, como se deduce de la mención de Estrabón sobre nuestra vestimenta negra, y procedente de la raza ovina que todavía hoy se puede encontrar en algunos rebaños del antiguo territorio astur fuer también ampliamente utilizada. El calzado básico son las abarcas de cuero, en ocasiones sobre escarpines de lana. También, de manera puntual, calzado de madera, un tipo arcaico de las tradicionales galochas. Armamento y accesorios Las mujeres portan adornos de manera moderada. Acordes con su jerarquía en el grupo pueden utilizar fibulae, anuli y ianures. Los hombres portan torques, que distinguen a los principales dentro del grupo. Todos portan amuletos de azabache o piedras curiosas y bolsitas de cuero con hongos y plantas medicinales. El armamento básico que utilizaban los hombres en caso de guerra es la castra (pequeño escudo de medra, piel y refuerzos de metal y en menor medida el scutum del tipo de La Téne), el gladius hispanicus (fundamentalmente el de puño de antenas o globulares, de tipo celtibérico) y el soliferrum, lanza que también usamos de forma ritual decoradas con cintas de tela que pueden ser de diferentes colores. Símbolos La utilización de los motivos iconográficos presentes en la epigrafía funeraria, como los discos solares, se limita al ámbito religioso y es común a todas las tribus. En este sentido nuestro grupo honra como divinidad principal a la divinidad sin nombre de la que no hablan las fuentes latinas y vemos en el Pico Teleno un lugar sagrado, una especie de templo principal en el que habita el ser supremo. Como simbología propia del grupo utilizamos un animal totémico, el jabalí, aparecido esporádicamente en zonas astures de una manera semejante a como hacen los vadinienses con el caballo o los vettones con los verracos.